La conspiración de la Gripe A

Desde que ha comenzado el verano, los medios de comunicación nos están metiendo por los ojos el tema de la Gripe AH1N1, comunmente conocida como Gripe A. Los colegios de médicos, se han animado a poner pancartas en las que piden encarecidamente que no mantengamos ningún tipo de contacto más allá de lo imprescindible, mientras la OMS, que ya se animó a predecir una pandemia mundial, junto con los gobiernos, se afanan en tranquilizar a la población y advertir de que la Gripe A se trata de una enfermedad leve. Por otro lado están los conspiranoicos y amantes del Area 69 que defienden que esto es una conspiración de las grandes vendedoras de Tamiflú (principal medicamento de la Gripe A) para engrosar sus arcas y poderse comprar más yates, de hecho, hasta muestran millones de ataudes donde nos van a enterrar a todos:

Finalmente, están los religiosos aférrimos, que dicen que esto es una de las 7 plagas enviadas por Dios para purgar la tierra de los pecaminosos y aquellla gente sin pudores que no llega virgen al matrimonio, que defienden el matrimonio homosexual y la pastilla del día después. ¿Pero qué es esto de la Gripe A? Pues nadie lo sabe, sólo se elucubra, como se hizo con la Gripe Aviar, la Gripe Porcina y la Gripe de las vacas locas, los periódicos se lanzan a poner noticias sobre el tema y preocupar a la población, generando un debate que, según dicen los conspiranoicos, les ayuda a esconder la auténtica realidad (como Matrix). Vayamos al grano. La Gripe común, esa con la convivimos todos los inviernos, alcanzó la friolera cifra en 2005 de 520 muertes en sólo 3 meses, según parece, hacía más frío y por eso se disparó la cifra, pero a nadie pareció preocuparle. La Gripe A, lleva a día de hoy, 11 muertes en 1 mes y medio, ¿Alguien me lo puede explicar? Lo dicho, los conspiranoicos, el Gobierno, la OMS, los periódicos sensacionalistas y los enviados de Dios a la tierra, deberían tranquilizarse un poco y dejar de lanzar noticias y cifras al vuelo, que si las estadísticas hablaran, nos dirían que tenemos más posibilidades de que nos mate el apendice del vecino al explotar que la Gripe A a la que tanto protagonismo le estamos dando sin mostrar la puta dura realidad.